¿Por qué no debes ser aval?
Para asegurarse de que una deuda, como un crédito, sea saldada, algunas instituciones financieras exigen que el solicitante cuente con un aval.
¿Y qué es un aval? Para fines prácticos, es una persona física o moral que se compromete a cubrir la deuda en caso de que quien la contrajo deje de pagar.
Como podrás imaginarlo, existen muchas razones por las que no deberías ser aval de nadie. ¿Cuáles son las más relevantes? Aquí te lo contamos.
1. Debes pagar por dinero que no utilizaste
La desventaja más evidente. Si la persona de la que decidiste ser aval no vuelve a pagar, tú deberás responder por recursos que jamás utilizaste.
2. Pueden proceder legalmente contra ti
Sí, leíste bien, si lo considera necesario, la institución financiera en cuestión tiene derecho a emprender acciones legales en tu contra.
3. Te pueden embargar
En caso de que no puedas cubrir el adeudo, pueden retener tus bienes. Asimismo, de acuerdo con información de la Condusef, si existe una orden judicial, te pueden embargar parte de tu salario.
4. No tienes garantía alguna
Cuando la deuda sea liquidada podrás proceder legalmente en contra del deudor original. Sin embargo, esto no garantiza que recuperarás el dinero que tuviste que desembolsar.
5. Afectas tu historial
Por si fuera poco, si eres aval de una persona que no realiza sus pagos en tiempo y forma, tu historial crediticio y tu score también lo resentirán.
Por otra parte, aunque no es regla, debes considerar que la mayoría de las veces que una institución financiera solicita un aval es porque identificó que el perfil financiero del solicitante no es del todo confiable o sólido, por lo tanto, tómalo como una señal de alerta.
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¡Hasta la próxima!